martes, 31 de enero de 2012

El arpa de hierba, de Truman Capote

Aunque la mayoría de los lectores ya conocen a este autor por títulos como Desayuno en Tiffany's o A sangre fría, esta última considerada un hito en la literatura norteamericana del s. XX, me gustaría recomendar esta pequeña novela de tan solo 187 páginas, que al menos a mi parecer, también se merece un hueco en la historia literaria.

Por un lado, la acción se sitúa en el campo, en un pequeño pueblo donde todos los personajes se conocen, y cuyo epicentro económico reside en la persona de Verena. Verena y Dolly, dos hermanas de edad avanzada, son dos polos opuestos: Dolly es introvertida pero cálida, educada y algo excéntrica; su negocio consiste en la elaboración de una especie de pócima que sirve (en teoría) como cura para la hidropesía, mientras que Verena, de carácter seco y posesivo, mantiene el hogar gracias a los negocios que mantiene en todo el pueblo. Por otro lado, Collin, un joven que debido a la muerte de sus padres tiene que vivir con estas dos mujeres tan dispares aprenderá unas valiosas lecciones junto a Catherine, la simpática y habladora criada de Dolly. El conflicto aparece cuando una de las hermanas supera el límite de la avaricia y el egoísmo que los habitantes de la casa pueden soportar. Es entonces cuando entrarán en juego otros personajes de un carisma excepcional como Riley Henderson o el juez Cool, pero...


¿Qué es lo convierte El arpa de hierba en una novela sobresaliente? La sencillez de estilo, carente de pretensiones, y sobre todo, la sorprendente capacidad del autor para profundizar en las dos caras del alma humana sin dejar de lado sus tonos grises, todo ello dentro de un marco de acciones absolutamente cotidianas que no por ello dejarán de sorprender y cautivar al lector que esté buscando una lectura honesta y conmovedora.


Por: Zeta Ibarzo.




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